Colegio de Arquitectos de Río Negro

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Una casa argentina, cien por ciento sustentable

La casa MeMo posee paneles solares, aislación térmica, rampas y terrazas verdes y recicla el agua de lluvia. Además, tiene un jardín con plantas nativas y su propia huerta.

Se llama MeMo por el nombre de su dueña. Pero esta casa también podría llamarse así porque ante el punteo de premisas sustentables la respuesta siempre es positiva. ¿Posee iluminación natural en todos los ambientes? Sí. ¿Reutiliza el agua de lluvia? Sí. ¿Tiene ventilaciones cruzadas y controladas? Sí. ¿Su orientación tiene en cuenta el recorrido del sol? Sí. ¿Utiliza vegetación nativa y materiales de la zona? Sí. ¿Está aislada térmicamente? Sí. ¿Se abastece de energía con paneles solares? Sí. Y sin restarle importancia a todo lo anterior... es una casa bella y confortable, a medida de la comitente. Más aún, cumple con el leit motif deBAM! Arquitectura, el estudio autor del proyecto: “Creamos diseños sustentables para quienes se animan a vivir mejor”.

El punto de partida fue bastante peculiar: una profesional que vive sola, pero que recibe amigos y clientes, además de la visita de sus hijos que residen en el exterior. Que es una apasionada del paisajismo y tiene fuertes convicciones respecto del cuidado del medio ambiente. El trabajo en conjunto con el estudio comenzó desde la compra del lote, un terreno alargado, entre medianeras, ubicado en San Isidro, desde donde la propietaria podría realizar muchas actividades moviéndose en bicicleta.

Para Gonzalo Bardach, uno de los titulares de BAM!, “en la casa MeMo se logró un diseño que tiene en cuenta no solo la morfología y el programa de necesidades, sino también el impacto sobre el medio ambiente”. Uno de los primeros desafíos fue reducir al máximo la pérdida de espacios verdes ocasionados por la construcción de la vivienda. Así, a modo cobursierano, “los metros cuadrados de la huella del edificio vuelven en un jardín en tres dimensiones, que además vincula todas las plantas de arquitectura”, explica. Un sistema de rampas verdes, acompañadas por escaleras, conectan el nivel cero con el primer piso y la cubierta, creando una terraza-jardín con especies nativas, con lo que se reduce el riego y los efluentes pluviales, y se restaura el paisaje original.

“Generar la relación directa con el exterior es el corazón del proyecto -considera Matías Mosquera, socio de cobursierano!- esta pradera que va apareciendo desde un lado, desde el otro, desde arriba o desde abajo, genera una sensación constante de amplitud y calma, dejando de lado la idea de estar entre medianeras. ”Y asegura que “lo interesante fue generar un recorrido para todos los usuarios vinculando los tres niveles, pasando por el corazón de la casa sin perder la privacidad de los espacios más íntimos” La promenade arquitectónica se hace visible desde el ingreso, ya que la casa está estructurada como una suma de secuencias: la entrada, con el espacio para autos y un jardín; la zona de estar que desemboca en un patio central que aporta luz a los ambientes, lleva a la rampa-jardín y se abre finalmente al fondo, donde están la pileta, el fogón y la huerta.

“promenade es un proyecto que tiene en cuenta al usuario habitual y ocasional, a los que se les brinda un espectáculo,una serie de imágenes que se solapan, y donde cada cuadro de la escena fue pensado”, dicen en la memoria. Sin dudas se trata de una casa flexible, que a veces es para una sola persona y otras veces para muchas personas, con un área pública amplia e integrada para el disfrute en familia y amigos; y una zona privada con cuartos en suite que brindan independencia para sus usuarios.

Una vez determinada la volumetría, los arquitectos se concentraron en intervenciones más puntuales: utilizaron tecnología eficaz en aguas residuales, con la reducción del consumo utilizando el agua de lluvia para el riego de las especies nativas. Y dispusieron paneles solares en la terraza para el suministro de energía eléctrica, como así también para la alimentación de la climatización. Además, se valieron de vidrios con DVH en los aventanamientos para aumentar la aislación térmica.

Siempre bajo el concepto de durabilidad y economía en la materialidad, se garantizó un mantenimiento mínimo mediante muros de hormigón armado y almas de EPS como aislante térmico. “Buscamos en todo momento trabajar con materiales de la zona y tratar de generar la menor cantidad de residuos reutilizando todos los sobrantes. Un ejemplo es la reja de la entrada, construida con los sobrantes de la estructura. También se diseñó la recolección y separación de residuos reciclables, y se creó una compostera en el jardín.

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