Colegio de Arquitectos de Río Negro

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LOS ARQUITECTOS DEL ESTUDIO FARO GANARON EL CONCURSO INTERNACIONAL “UN LUGAR PARA LA CUARENTENA”, ¡FELICIDADES!

Tuvimos la oportunidad de dialogar con los ganadores del Concurso Internacional “Un lugar para la Cuarentena”, Arq. Miguel Ángel Buscazzo, Arq. Celeste Ailen Cid y Arq. Joel Germán Curihuinca, del estudio FARO Arquitectura.

A continuación, nos cuentan un poco sobre la participación en el concurso, su proyecto “Casa RUCA” y el desafío de plantear una obra repensando los nuevos modos de habitar:

¿En qué consistió el concurso? ¿Qué los motivó a participar?

El concurso internacional “un lugar para la cuarentena” organizado por Architecture Eyes, consistía en proyectar una casa “ideal” para que dos personas cumplan con el aislamiento social preventivo, dentro de una superficie cubierta máxima de 52 m2. El objetivo era buscar a través de la arquitectura, características de habitabilidad que propicien las mejores condiciones salubres, anímicas, creativas y lúdicas.

Los concursos siempre nos parecieron un medio para la investigación y reflexión del proyecto arquitectónico, los encontramos como una motivación paralela al desarrollo de los trabajos cotidianos del estudio.

Particularmente nos pareció una buena oportunidad para plantearnos el interrogante sobre una nueva condición del habitar doméstico, que hasta el momento no conocíamos. Una condición que re-estructura todos los paradigmas, modificando prioridades y, al mismo tiempo, incorporando experiencias espaciales que anteriormente no eran vistas como una necesidad.

Por último mencionar que nos parecía interesante el hecho de que sea un concurso internacional, con un jurado de reconocida trayectoria conformado por Abraham Cota Paredes (México), Josep Ferrando (España), Diego Arraigada (Argentina), Mirene Elton (Chile).

¿De qué manera generaron la relación con el entorno? ¿cómo fue incluida?

Cada concursante tenía la posibilidad de elegir el sitio a implantar el proyecto, entendiendo que la selección del lugar y la generación del proyecto implica una propuesta en sí.

En nuestro caso decidimos trabajar en una chacra en desuso, de las que hoy están fuera de producción y siendo loteadas para la construcción de nuevas viviendas. En la mayoría de los casos siguen manteniendo sus líneas de frutales, alamedas y canales de riego, condiciones ideales para habitar un entorno natural, que por la expansión de la trama urbana han quedado relativamente cerca de los centros de salud, redes móviles y abastecimiento de la ciudad. Dentro de esta infraestructura natural es que planteamos una casa de lados iguales, pensada para poder adaptarse a cualquier chacra y orientación.

¿Cómo fueron pensados los espacios en este proyecto?

Parte del desafío de trabajar en 52 m2 cubiertos radica en establecer dispositivos eficientes de relación con el exterior, para esto se generó un sistema de patios con diversos usos, que tengan la capacidad de ser espacios de expansión y propicien las actividades al aire libre, la circulación de aire al interior y sean filtros verdes del exterior. Se propuso un patio de acceso, un patio de huerta, apto para producir alimentos de estación, estimulando la relación con la tierra, un patio de ejercicio equipado con maquinaria para mantener la actividad física y un espacio de parrilla destinado al placer gastronómico.

Todos los patios se entrecruzan visualmente y, mediante un sistema de toldos móviles, tienen la posibilidad de usarse en distintas épocas del año (verano/otoño/invierno/primavera) o del mismo día (mañana/tarde/noche) enriqueciendo aún más su flexibilidad de usos, convirtiéndolos en semicubiertos según se requiera.

Al atravesar los filtros verdes (patios), nos encontramos con un espacio central en doble altura, capaz de adaptarse a diversos usos, articula los patios con el dormitorio, la cocina, el baño y un espacio de home office y videollamadas.

Estos cuatro recintos cerrados se ordenaron radialmente en relación con el espacio central, logrando convertir a este último en el lugar más importante de la casa y permitiendo tener, fugas visuales hacia distintos puntos del paisaje.

¿Podrían mencionar algunas particularidades?

Quizás la particularidad más destacable de este concurso fue que se desarrolló íntegramente durante cuarentena, se dieron a conocer las bases y exactamente a los 7 días se entregó.

¿Qué tipo de materiales fueron tenidos en cuenta?

Para una rápida construcción y un menor impacto sobre las chacras se proyectó utilizando un sistema constructivo metálico, capaz de fabricarse por paneles en taller y, si es necesario, desmontarse al finalizar la cuarentena. Interiormente se decidió optar por el uso de tonos verdes y terminaciones de madera. Dichas texturas y colores propician una atmósfera cálida y confortable, iluminada naturalmente por patios y una serie de lucarnas.

Si tuvieran que describir al proyecto en una frase, ¿cuál sería y por qué?

El proyecto de Casa Ruca invita a pensar los nuevos modos de habitar contemporáneos. En donde reconocemos que el mayor valor de la vivienda está dado por sus condiciones espaciales internas y su relación con el entorno inmediato.

¿Qué repercusión tuvo el llamado al concurso?

El concurso tuvo una muy buena convocatoria, se presentaron más de 250 trabajos de Argentina, Chile, México, El salvador, Colombia, Uruguay, Costa Rica, Ecuador, Francia, Dinamarca, España, Alemania, Portugal y EEUU. De los cuales se premiaron 3 trabajos y otros 10 obtuvieron menciones.

¿Cómo se formó Faro Arquitectura?

Somos un estudio joven, nos conocimos hace siete años estudiando en la UFLO, Sede Comahue, desde ese momento compartimos trabajos, talleres y concursos. A principio de 2019, ganamos el Concurso Nacional “Cerro Ala Delta” en Salta, luego de eso abrimos nuestro estudio en Cipolletti.

En paralelo al trabajo del estudio nos desempeñamos como docentes universitarios, ejercicio que junto a los concursos retroalimenta nuestras investigaciones proyectuales.