#Viernesdearquitectas: Ingrid Wallberg
(SUECIA_ 1890-1965)
Fue la primera arquitecta sueca en establecer una oficina propia en su país. Desde allí difundió el movimiento moderno.
Cuando quiso estudiar arquitectura, las mujeres no eran admitidas por suponerlas física y psicológicamente inferiores. A pesar de haber nacido en un hogar acomodado y haber podido acceder a cierto grado de educación, cuando quiso continuar sus estudios luego del ciclo básico, su padre no se lo permitió. Esto cambió cuando se puso de novia, a los 17 años, con el arquitecto Liliemberg, con quien contrajo matrimonio y abrió un estudio avocado a la planificación urbana, participando de competencias internacionales y ganando el tercer premio en Chicago en el año 1913.
Wallberg comenzó a preocuparse por las condiciones de habitabilidad a medida que aumentaba la densidad poblacional en las ciudades y disminuía la oferta de vivienda. Criticó la poca practicidad del diseño de espacios. Así crecía su interés por las viviendas económicas, accesibles e higiénicas.
Luego de un tiempo se separó de su marido y viajó a visitar a su hermana a París, quien estaba casada con el hermano de Le Corbusier, lo que le permitió hacer una pasantía en su estudio durante meses. Allí conoció al arquitecto Alfred Roth con quien abrió una oficina llamada R&W.
Su ambición era difundir el movimiento moderno diseñando viviendas funcionales basadas en los cinco puntos de Le Corbusier. Lograron hacer una casa en Saro, en las afueras de Gotemburgo. Esta obra les valió la invitación para trabajar en la cooperativa de vivienda HSB. Lo primero que diseñaron fue una vivienda multifamiliar que fue el primer edificio funcionalista de HSB. Los arquitectos diseñaron unidades lo más funcionales posible. La colaboración funcionó tan bien que R&W llegó a representarlos en la Exposición de Estocolmo en 1930. Allí mostraron departamentos con ideas para ahorrar espacio y muebles estándar fabricados en la propia fábrica de carpintería de HSB.