Colegio de Arquitectos de Río Negro

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#ViernesdeArquitectas: Margarita Pisano Fischer

Arquitecta, escritora, y feminista. Fundadora de La Casa de la Mujer La Morada y del Movimiento Rebelde del Afuera, es considerada uno de los principales exponentes del Movimiento Feminista Autónomo así como una de las voces más importantes del feminismo en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, Fundadora del Movimiento Feminista de la oposición donde la consigna era «Democracia en el país, en la casa y en la cama».

Nació en Punta Arenas, Chile el 28 de octubre de 1932. Cuando era niña, su madre rechazó una beca de estudios de arte en Santiago (organizada por la poetisa Gabriela Mistral y la escultora Laura Rodig) y la cedió a su hermano. Esta abnegación sorprendió a Margarita y fue uno de los motores que la empujó años más tarde a dedicar su vida al feminismo. Durante los años cincuenta se mudó a Santiago para estudiar arquitectura en la Universidad Católica de Chile. En este tiempo llegó a leer El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir, así como a Virginia Woolf, quien fue su gran escape contra, lo que ella describe, “la ideología católica y la dominación del género masculino de la universidad en aquella época”.

Al terminar sus estudios en arquitectura, comenzó a trabajar en su propio taller llamado Gaggero y Pisano, junto con su marido, Hugo Gaggero, que luego cambió de nombre a Gaggero, Medina y Pisano con la llegada de José Medina, su nuevo socio. En 1962 Gaggero y Pisano construyeron su casa en Los Navegantes, la cual se considera que tiene fuertes influencias del arquitecto Frank Lloyd Wright y ha sido publicada en revistas de arquitectura. Antes del Golpe de Estado habían realizado proyectos de hospitales y de viviendas sociales económicas dignas que al día de hoy siguen en buen estado. Pisano comenzó a desarrollar ideas de arquitectura orgánica y ecología, en sus proyectos “trataba de convivir con la naturaleza en vez de pelear con ella”, sin embargo, estas ideas no tenían eco en esta época y sus socios no las tomaban en consideración. Luego en un seminario en la Escuela de Arquitectura expuso estas ideas junto con Juan Pagola, donde estas ideas fueron bien recibidas, generando su acercamiento hacia la teoría y la academia y el inicio de su separación de la práctica de la arquitectura.

En 1979, durante el periodo de la dictadura, su taller participó en una propuesta para el Ministerio de Vivienda. El encargo era diseñar casas de 35 metros cuadrados para ocho personas, ella lo describe como “lo más inhumano que se puede proponer como solución habitacional”. Contradictoriamente, al mismo tiempo diseñó una súper casa en Santa María de Manquehue, donde una vez recibió una llamada del cliente diciendo que tenía que agregar en el garaje un espacio para su lancha de motor, el espacio era de 35 metros cuadrados, los mismos de las casas en las que estaba trabajando simultáneamente. Esto fue el suceso que la llamó a desprenderse de su profesión, la arquitectura, la cual consideraba, “uno de sus mayores amores”.